Historia de mi vida
Estuve sometida a los caprichos de una mala pega
por cien años cinco meses dos semanas y medio día
Ningún esfuerzo la dejaba conforme
a pesar de cumplir ordenanzas
decretos sin cuento al pie y a la mano de la letra
las mismas que cambiaba cuarenta y ocho veces a la semana
causándome en consecuencia
un abecedario de males
Los gastos en medicamentos llegaban a la luna
la autoestima hasta el vigésimo subterráneo
Todo esto lo viví sumergida en la resignación
hasta que llegó el término legal de la condena
Abierta fue la puerta de la libertad
con mano tiritona
mientras hacía cálculos de posible supervivencia
reducidas las entradas en un sesenta por ciento
tiempos eran de la dictadura de la reingeniería
mesas redondas, derrumbe de pirámides
pizzas a domicilio y huelgas de hospital
cuando las casas se llovían y corría el billete
sin que nadie lograra darle alcance.
Se vislumbraba un arcoiris de amplio espectro
con más interpretaciones que un ciempiés
Llena de optimismo pido un milagrito
mientras barro la basura del barrio marginal
donde me trajo toda una vida de duro laburo
trotando tras la democracia
como mala de la cabeza
cuando recién ahora me pego la alcachofa
la democracia
es una falacia
que inventaron los griegos
pero que ahora
vale callampa
considerando como se la alcanza
en el mundo globalizado
que nos han hecho tragar
eso de la mayoría
es un infundio
una ensalada de patas
en fin,
en metidas de pata
somos expertos
Desde hoy,
(toco madera)
me salgo del rebaño
aunque sea por
cuatro minutos
tres segundos
dos pestañazos
y un suspiro huacho.
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